Rumania deja paso al escudo de EE. UU. en Europa oriental
EE. UU. y Rumania han anunciado la entrada en vigor del acuerdo que permite desplegar elementos del sistema antimisil estadounidense en territorio de este país europeo, informó el Departamento de Estado norteamericano.
El acuerdo implica que en 2015 Rumania acogerá misiles interceptores SM-3 como parte del escudo estadounidense, que serán instalados en una base aérea del país. Además de los misiles, EE. UU. suministrará al país instalaciones de radiolocalización, donde servirán unos 200 soldados estadounidenses.
El tratado que autoriza el despliegue de los elementos del escudo antimisil en Rumania fue firmado por Washington y Bucarest el pasado mes de septiembre. De esa manera Rumania se suma al club de países -del que ya forman parte Alemania, Italia, Portugal o Reino Unido entre otros- donde ya hay instalados elementos del escudo estadounidense.
En varias ocasiones Rusia ha exigido a Washington garantías jurídicas de que su sistema de intercepción de misiles no va dirigido contra ella ni amenazará territorio ruso. Pese a que se dice dispuesto al dialogo, EE. UU. se niega por alguna razón a ofrecer a Moscú dichas garantías.
El mes pasado el presidente Dmitri Medvédev advirtió que si EE. UU. sigue adelante con su plan para desplegar el escudo, Rusia podría salirse el tratado de reducción de armas estratégicas ofensivas ruso-norteamericano (firmado en Praga en 2010), desplegando armas en sus fronteras capaces de destruir el escudo.
La respuesta rusa al escudo también pasa por el depliegue de misiles de ataque tipo Iskander en Kaliningrado, el territorio ruso más occidental enclavado entre Lituania y Polonia (ambos estados miembros de la OTAN). Además, las Fuerzas Armadas de Rusia fueron reforzadas con las nuevas tropas de defensa aéreo-espaciales, cuyo objetivo será proteger el territorio ruso de posibles incursiones por aire o desde el espacio.
El canciller ruso Serguéi Lavrov, entre otros representantes rusos, cree probado que la OTAN no está dispuesta a establecer una colaboración seria sobre el sistema de defensa antimisiles en Europa. “Aquí necesitamos acuerdos jurídicos. Las intenciones, incluso las buenas intenciones, son una cosa temporal, mientras que el potencial técnico-militar es una constante”, dijo el ministro ruso.